Para una visita a Doñana, El Rocío y Matalascañas son dos de las mejores opciones para alojarse debido a su cercanía y facilidad de acceso al parque. Ambos lugares pertenecen al municipio de Almonte y ofrecen una experiencia distinta dependiendo de lo que estés buscando.
El Rocío es famoso por su aldea pintoresca con calles de albero (arena compactada), su emblemática Ermita y la Romería anual, ofreciendo un ambiente más tradicional y cultural. Las amplias calles de tierra de El Rocío, frecuentadas por jinetes y coches de caballos, desembocan en el epicentro de la aldea: el Santuario de Nuestra Señora del Rocío. Además, en El Rocío hay una variedad de restaurantes donde se puede disfrutar de la gastronomía local a precios razonables.
Por otro lado, Matalascañas es una opción más orientada hacia la playa, ideal para quienes buscan combinar la visita a Doñana con el disfrute de la costa. Aunque en verano los precios pueden ser más elevados, la proximidad a la playa y las dunas del Asperillo ofrecen una experiencia única, especialmente si te gusta montar a caballo, ya que hay excursiones disponibles que recorren estas hermosas áreas. Encuentra alojamiento en Matalascañas
Si optas por El Rocío, una opción económica y cómoda es el Hostal Rural Fonda del Rocío, que ofrece habitaciones triples con frigorífico y baño propio. Aunque no dispone de aparcamiento propio, es fácil aparcar en las inmediaciones, y su ubicación te permite estar cerca de los puntos de acceso a Doñana.
Para la visita a Doñana, puedes explorar el parque a través de diferentes actividades. Las visitas guiadas en 4×4 son muy populares, ya que permiten un acercamiento educativo a los diversos ecosistemas del parque. Además, existen paseos a caballo, que son especialmente recomendables para disfrutar de las playas vírgenes y las dunas de Doñana, ofreciendo una perspectiva diferente del entorno natural.
Recuerda que la mejor época para visitar Doñana varía según los intereses: la primavera destaca por el esplendor de las marismas y la llegada de aves migratorias, mientras que el otoño es ideal para observar la berrea del ciervo. Sin embargo, cualquier momento del año tiene su encanto, y Doñana siempre ofrece algo único para sus visitantes